EN LA TIERRA DE LOS CORDEROS
Para quienes entienden que responder a la violencia con más violencia nos convierte en bestias.
EN LA TIERRA DE LOS CORDEROS
“Quise gritar mi desesperación, pero no pude.”
Esto no era más que un juego, o al menos eso fue lo que se dijeron antes de que la sangre corriera por el suelo. Más allá de justicia, lo que buscaban era venganza contra un bully que se había encargado de hacerles la vida imposible, pero nunca imaginaron que todo acabaría tan mal. Una rata convertida en borrego, un oso y un tigre volcarán todos sus traumas y temores en contra de una indefensa mosca. Sin embargo, antes de juzgar, uno no debe olvidar todo lo que esa mosca molestó antes de haber sido atrapada.
“El que se raja pierde más que el que se avienta.”
El tema del bullying en las escuelas ha cobrado gran fuerza en los últimos años, convirtiéndose en un tópico recurrente dentro de las nuevas dramaturgias. Sin embargo, la manera en que el dramaturgo Alexis Casas Eleno lo aborda en “En la Tierra de los Corderos”, a partir de la exploración de la bestialidad humana encerrada tanto en victima como en victimario, ofrece una nueva y poderosa visión sobre tan delicado problema que aqueja a tantos jóvenes hoy en día.
“Un secuestro no te hace ser una buena persona.”
Un secuestro planeado entre tres adolescentes violentados, toda una gama de problemáticas en el hogar y en la mente de cada uno de ellos a causa del alcohol, la muerte, la sobreprotección, las preferencias o meramente el dinero, y una subyacente necesidad de tomar el control de la propia existencia de uno al costo que sea, son algunos de los elementos que conforman “En la Tierra de los Corderos”. Estos factores, sumados a personajes bien delineados, una narrativa no lineal, un claro alejamiento del melodrama o del chantaje, y diálogos tanto fluidos como creíbles, aunque con ligeros toques de poeticidad a manera de licencia literaria demuestran la buena pluma de Casas Eleno y de su evidente entendimiento del tema que trata.
“La cuestión es sobrevivir más que matar.”
En absoluta oscuridad el público escucha la llegada de los tres adolescentes al lugar donde llevarán a cabo su maquiavélico plan, víctima en su poder. La imaginación del espectador de inmediato vuela. Durante los primeros quince minutos aproximadamente de la puesta, sólo se ve la espalda del joven secuestrado, su frente oculto a las butacas. Máscaras en la nuca de los adolescentes, iluminación a momentos únicamente en rojos y un espacio totalmente vacío de escenografía. Apoyado por un estupendo trabajo de iluminación por Joshua Frías, la dirección de Enrique Aguilar consigue que el tono de “En la Tierra de los Corderos” sea aún más densa de lo que el texto propone, hecho que fortalece el patetismo y horror de la situación en la que están envueltos los personajes. Ya sea jugando al avión o a saltar la cuerda, teniendo una soga al cuello o en una escena de sugerido acoso sexual, Aguilar consigue gravedad en formas deliciosamente teatrales y macabras, muestra de un talento que aun está en proceso de exploración y que promete grandes cosas para el futuro. Sin embargo, es necesario que a momentos se debe usar la regla de menos es más, principalmente en el tema de la musicalización que a momentos llega a ensuciar una escena que claramente se vería mucho más fortalecida por el silencio que por la música.
“Las víctimas siempre tenemos las de perder.”
Frente a ella, el hombre que le ha hecho la vida imposible en la escuela se encuentra amarrado y tirado en el sueño. Ella no ve a un bully, ella ve a su papá alcohólico. La rabia se apodera de ella y comienza a golpear con desenfreno. Un texto de la envergadura de “En la Tierra de los Corderos” demanda de actuaciones que provengan absolutamente de la verdad y la fractura, no de la forma y la pretensión de las emociones. Salvo por pequeños chispazos como el antes descrito, el elenco conformado por Pedro Faritt, Angélica Hernandez, Giovanni Santzález y Horacio Arenas hace uso de recursos que provienen más de la mente que de la entraña para interpretar a este grupo de jóvenes atormentados. El resultado son actuaciones que no llegan más que a rozar la superficie de toda la complejidad tanto del texto como de la dirección.
“Dios mio… ¿qué hemos hecho?”
Me resulta fascinante como desde hace aproximadamente diez años el tema del bullying ha tomado tanta fuerza siendo que siempre ha existido, simplemente nunca se le había tratado como un verdadero problema social. Sí, hace 35 años cuando yo estaba en la primaria, por supuesto que fui víctima de estos niños que encuentran gozo en el sufrir de los demás y no, no fue nada fácil lidiar con ello. Sin embargo, tal y como lo plantea “En la Tierra de los Corderos”, lo más complejo no era cómo sobrevivir a esos malandrines, sino cómo lidiar con los pensamientos tan negros y perversos que acechaban mi mente cada vez que me tenía que enfrentar con alguno de ellos.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “En la Tierra de los Corderos”
DRAMATURGIA: Alexis Casas Eleno
DIRECCIÓN: Enrique Aguilar
ACTUAN: Pedro Faritt, Angélica Hernandez, Giovanni Santzález y Horacio Arenas.
DÓNDE: Teatro La Capilla.
DIRECCIÓN: Madrid 7, Del Carmen Coyoacán.
CUÁNDO: Sábados 19:00 hrs.
COSTO: $200 entrada general. Boletos en taquilla y en www.redticket.com.mx
DURACIÓN: 70 minutos sin intermedio
DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking. Les recomendamos revisar el resto de su cartelera.
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