EL CIELO EN LA PIEL
Para quienes quieren enfrentar todos los vértices en que la violencia a la mujer es devastadora.
EL CIELO EN LA PIEL
“Tienes que decir la verdad… hablar… contarlo.”
Los ataques comenzaron desde muy pequeña. En el interior de su familia con bromas y motes ofensivos, en la escuela con golpes reales por atreverse a desafiar los estándares actuales de belleza. Más adelante, la violencia fue mutando. En el trabajo, caminando por la ciudad, en el transporte público, pareciera que el simple hecho de usar una falda otorgara permiso para traspasar límites y agredirla en toda una vorágine de maneras. Su escondite está entre las páginas de un libro, pero ahí tampoco habrá salvación.
“Eres débil cara de rana.”
La violencia contra las mujeres en nuestro país se ha convertido en un problema de dimensiones alarmantes y de vital urgencia, mismo que ha inspirado a la denuncia en distintos ámbitos artísticos y culturales. “El Cielo en la Piel” de Edgar Chías es un viaje poético y devastador, aunque un tanto agotador, hacia los infiernos de una de las tantas y tantas mujeres que padecen desde vejaciones hasta violaciones, visto a través de los libros que lee como mecanismo de escapismo y de defensa.
“A ti el espejo no te dice cosas muy lindas que digamos.”
A manera coral, toda una ciudad vomita sus agresiones. Desde el arrabal y la miseria, hasta la señora más ensombrerada, los habitantes de la urbe muestran sus afilados dientes contra una joven que meramente quiere llegar a casa. En el interior de un cuento, una escribana asombra al rey, tal y como lo hace una empleada con su jefe quien la acosa sin pudor. “El Cielo en la Piel” es ambiciosa en su pretensión de cubrir toda una gama de visiones de la violencia de género al mismo tiempo que busca la metáfora y la simbología en un mundo de fantasía. El resultado es potente en un principio, destacando la arriba mencionada escena de la ciudad, cuando un grupo de estudiantes le espetan a la chica toda una serie de insultos, así como cuando ella tiene un chispazo de felicidad y esperanza al ser seducida en el transporte por Chava. Sin embargo, su fuerza se diluye un tanto al resultar ser su mensaje diluido entre una excesiva poeticidad semiótica que empantana el desarrollo de la narrativa, diluyendo por ende la tensión dramática como al momento de querer hacer una analogía entre el mundo de las mil y una noches con el de los narcos en México. Una vez dicho esto, la capacidad que muestra Chías para retratar una negra realidad de nuestro país sin caer en lugares comunes de denuncia, evitando todo mensaje aleccionador o el chantaje emocional, limitándose a poner en evidencia en lenguaje escénico lo que sucede a diario a lo largo de todo el país es merecedor de un gran aplauso.
“Estás mojada perrita.”
Seis tarimas a lo largo de todo el escenario. Al centro, ella, la que fue atacada toda su vida, se lava lentamente su cuerpo maltrecho. Alrededor suyo, un hombre afila una navaja, otro levanta unas pesas y un tercero la observa a lo lejos con un tubo metálico a manera de báculo. También hay dos mujeres, una de ellas bordando y la otra pelando lentamente una manzana, misma que más adelante violará con lujuria con el pelador. La dirección que Carlos Talancón propone a “El Cielo en la Piel” es capaz de llevar las palabras a terrenos aún más oscuros y violentos con resultados tanto afortunados como no tanto. Es desconcertante que una obra que denuncia la violencia a la mujer decida en su montaje exponer el cuerpo casi desnudo de su protagonista. El desnudo escénico siempre será un acto violento en sí mismo, un acto que se debe utilizar únicamente cuando sea absolutamente necesario. Este no es el caso. Sin embargo, resulta contundente la manera en que Talancón maneja el espacio, el cómo acompaña las miradas lascivas de los hombres con respiraciones agitadas provenientes de todo el lugar, como confronta al espectador a que se atreva a lanzar una bola de papel en contra de una niña de secundaria cuyo único pecado es ser fea. Este tipo de manejo escénico, apoyado por el diseño sonoro y la música original de Rodrigo Castillo Filomarino, es lo que convierte a Talancón en un director interesante de ver, merecedor de atención, algo que también se puede percibir en la manera en que monta un número musical urbano violento y fascinante que pareciera invitar al espectador a huir ante la promesa de la agresión que está a punto de suceder.
“¿Será coincidencia que siempre se suba en el mismo camión y a la misma hora?”
La víctima con el pecho desnudo está sentada con la mirada perdida mientras un grupo de médicos la examinan como si se tratara de un objeto y no un ser humano. En sus ojos hay una ausencia de luz, como si se encontrara muerta. Esta actitud se contrapone con la débil sonrisa que llega a esbozar, furtivamente casi, cuando se atreve a jugar con la idea de que un hombre pudiera voltear a verla con interés. Las actuaciones que entrega el elenco de “El Cielo en la Piel”, conformado por Nallely Aguilar, Angélica Vera Cruz, Javier Sánchez, José Roberto Serrano, Fernando Sánchez y Nataly Orozco Pacheco son las adecuadas en intención, precisas en su desarrollo físico, bien llevadas en voz y cuerpo, pero más basadas en la forma que en el fondo, necesitando de una verdad que provenga de la entraña y no de la mente. Es verdad que todos a momentos lo consiguen. José Roberto Serrando proyecta verdadera lascivia al agarrarse la entrepierna, Javier Sánchez es obsceno como el patrón de oficina, Nallely Aguilar frágil como la muy violentada Esther. No obstante, en cada uno de ellos hay espacio para profundizar, llegar a fibras más delicadas y profundas, mismas que puedan ser utilizadas en favor de la escena.
“Tu ciudad es la casa del miedo.”
Usar falda y sentarse a orinar no hace menos a nadie, no es un permiso para agredir, no es motivo para tratar a nadie como objeto que es usado y desechado como la basura del día anterior. Me resulta imposible de entender que, siendo más del 50% de la población mundial, las mujeres tengan que ser consideradas una minoría en riesgo debido a la más llana bestialidad de aquellos seres sin cerebro y con pene que se creen con el poder de hacer lo que se les venga en gana. Desde la trinchera del teatro hay muchos que están luchando porque esto cambie, porque las mentes evolucionen, porque seamos en verdad una raza pensante.
DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “El Cielo en la Piel”
DRAMATURGIA: Edgar Chías
DIRECCIÓN: Carlos Talancón
ACTÚAN: Nallely Aguilar, Angélica Vera Cruz, Javier Sánchez, José Roberto Serrano, Fernando Sánchez y Nataly Orozco Pacheco.
DÓNDE: Foro de las Artes dentro del Centro Nacional de las Artes.
DIRECCIÓN: Río Churubusco 79, esquina Calzada de Tlalpan. Colonia Country Club.
CUÁNDO: Viernes 20:00, Sábado 19:00 y Domingo 18:00 hrs. Hasta el 7 de Octubre.
COSTO: $30 Jueves $100 los demás días. Boletos en taquilla. Aplican descuentos.
DURACIÓN: 100 minutos sin intermedio.
DATOS DEL TEATRO: El CENART cuenta con estacionamiento sin costo.
[AFG_gallery id=’709′]