FOTOGRAFÍAS: RICARDO CASTILLO CUEVAS (@RiAlCastillo)
DISNEY SOBRE HIELO, MUNDOS FANTÁSTICOS
DISNEY SOBRE HIELO, MUNDOS FANTÁSTICOS
Los motores rugen con energía segundos antes de que comience la carrera; una bruja del mar se prepara para robarle la voz a una encantadora sirena; las hadas están listas para la llegada de la primavera y unos juguetes emprenderán la más grande aventura tratando de volver a casa. Cuatro mundos fantásticos que visitar a lado de Mickey, Minnie, Donald y Goofy, quienes se deslizan por el hielo mientras les dan la bienvenida a todos los niños, quienes brincan de emoción y cuyos ojos se iluminan de felicidad al ver a sus personajes favoritos de Disney en vivo, patinando, haciendo un sueño realidad.
Los espectáculos sobre hielo son una tradición en nuestra ciudad, que se remonta a más de treinta años atrás cuando venía el muy famoso y recordado “Holiday on Ice” a la Arena México con sus grandes botargas y patinadores renombrados de glorias pasadas. Desde entonces, este tipo de entretenimiento ha evolucionado, dejado de ser una mera exhibición de patinaje para convertirse en magnas producciones que fascinan a los niños y mantienen muy entretenidos a los adultos. Prueba absoluta de este hecho es el más reciente show en la Arena Ciudad de México, “Disney Sobre Hielo, Mundos Fantásticos”.
La inspiración para crear “Disney Sobre Hielo, Mundos Fantásticos” proviene de cuatro emblemáticas películas infantiles: “Cars”, “La Sirenita” “Tinkerbell” y “Toy Story 3”. A lo largo de dos horas, los pequeños se enloquecen de emoción al encontrarse a tan sólo unos metros de distancia de sus personajes favoritos como Steve McQueen, Tinkerbell, Ariel, Sebastián, Mack, Woody y Buzz Lightyear, quienes no sólo patinan a lo largo de toda la pista, sino también cantan y bailan clásicos como “Bajo el Mar” y “Tú Eres Mi Amigo Fiel”, mismas que son coreados por todos los chiquitines.
Lo que más sorprende en “Disney Sobre Hielo, Mundos Fantásticos” es el nivel de espectacularidad que alcanza la producción. Ver a los personajes de “Cars”, automóviles controlados por computadora, deslizándose por el hielo resulta encantador para los niños, pero los adultos nos encontramos sorprendidos al ver la exactitud con que estos carros, más grandes que de tamaño natural, se mueven por toda la pista en perfecta sincronía. Este desplante tecnológico es contrastado con la belleza estética presente durante la sección de “La Sirenita” donde Ariel y Erick se enamorarán entre las olas del mar, hermosamente simbolizadas por patinadores que manejan telares de color azul. En esta sección cabe destacar la belleza e ingenio en el vestuario, sobre todo con las cómplices de la malvada Úrsula, las anguilas eléctricas, quienes me remitieron a imágenes creadas por Julie Taymor en su producción de “EL Rey León” para Broadway. El primer acto cierra con Tinkerbell volando por los cielos, una vez que ha devuelto la primavera a la Tierra, para enorme felicidad de las niñas entre el público.
La segunda parte de “Disney Sobre Hielo, Mundos Fantásticos” se centra por completo en una recreación de “Toy Story 3”. Una coreografía muy bien lograda de patinadores vestidos de soldaditos verdes militar da paso a una histeria colectiva de todos los infantes en cuanto los protagonistas de la película más exitosa de Pixar entran a la pista. No exagero cuando digo que por unos segundos no podía escuchar más que los gritos de cuanto niño tenía a mi alrededor en el segundo en que Buzz y Woody hicieron sus entradas triunfales. El despliegue de producción para recrear tanto el cuarto de Andy como la guardería donde terminan los juguetes por accidente impresiona por el enorme cuidado que se le imprime a cada detalle, incluyendo el maquillaje plastificado para los intérpretes de Ken y Barbie, quienes divierten mucho y sorprenden con sus habilidades sobre el hielo.
Siempre he guardado con mucho cariño y amor mis recuerdos de cuando mi papá me llevó a ver a los personajes de Plaza Sésamo en “Holiday on Ice”. Imágenes de Beto y Enrique tropezando y cayendo sobre el hielo, de Archibaldo patinando a toda velocidad junto con el Conde Contar o de Abelardo pidiendo que aplaudiéramos con todas nuestras fuerzas para que Oscar ya no fuera tan gruñón me han acompañado a lo largo de toda mi vida como uno de mis más preciados tesoros de la infancia. Ese mismo regalo es el que hoy muchos papás pueden dar a sus hijos, permitiéndoles que lleven por el resto de su vida la memoria de haber visto en vivo a Steve McQueen compitiendo por el primer lugar de la carrera, a Ariel luchando por conseguir el beso que le devolvería la voz, a Tinkerbell, cubierta de polvo de hada, surcando los cielos o a Woody y Buzz rescatando a sus amigos de las garras de Lotso. Esos recuerdos de verdad no tienen precio, son mágicos y Disney definitivamente sabe la manera de cómo hacer magia.
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DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
DÓNDE: Arena Ciudad de México
DIRECCIÓN: Avenida de las Granjas 800, Azcapotzalco.
