FOTOGRAFÍAS: FERNANDA OLIVARES
CRUISE
Para quienes nunca deben olvidar que la comunidad LGBTQ+ es sobreviviente de la vorágine que fueron los 80s, incluyendo su pandemia.
CRUISE

“Switchboard, ¿en qué te puedo ayudar?”
El teléfono de la línea de ayuda suena. Del otro lado, una nueva voz necesita ayuda, quizá sólo ser escuchada. Mientras un joven voluntario le presta atención, un sobreviviente al teléfono emprende un viaje en el tiempo y en sus recuerdos a esa década donde la música llenaba el alma, los DJs eran dioses, el amor entre hombres se sentía como algo posible y libre, y la vida era una fiesta interminable… hasta que el virus llegó y acabó con ella.
“Nunca había tenido un… ya sabes… con un hombre.”
Luego de haber sido voluntario en Switchboard, la línea de ayuda para personas LGBTQIA+ en Inglaterra, el actor y dramaturgo inglés Jack Holden escribió “Cruise”. Este unipersonal retrata con amplitud lo que fue la vida gay londinense durante los ochenta, tanto en su esplendoroso hedonismo, como en el terror que trajo la aparición del VIH y la consecuente pandemia que se desató dentro de la comunidad y que cobró miles de vidas antes del desarrollo de medicamentos. Estrenada en 2021 en Londres, la obra fue aclamada por la crítica, incluyendo una nominación en los premios Olivier a mejor obra nueva.
“Sí, sí era peligroso y ese era el punto.”
Michael llegó al distrito de Soho en Westminster en 1980 dispuesto a lo que fuera con tal de poder vivir su propia vida en plena libertad como un hombre homosexual. En su camino fue conociendo a Fat Sandy y a las Ninfas, a DJ Fingers y a una mesera que sin saberlo le salvo la vida, a toda una serie de criaturas de la noche que lo llevaron a experimentar todos los excesos que se pueden disfrutar cuando las luces brillan y la música suena. Fue con Dave con quien conoció el amor y la felicidad, más un medico les dio una fecha de caducidad. A partir de ese momento, comenzó una cuenta regresiva de cuatro años que decidieron abordar como una razón para vivir al máximo, como si, literalmente, no hubiera un mañana.
“Por un tiempo, por unos meses, fuimos felices.”
Con “Cruise”, Holden captura el sentir de la comunidad gay en los ochenta, su vorágine sexual, la energía que trajo la llegada de la música electrónica, los excesos y la urgencia por sentirse libres, así como la consecuente caída, el rechazo y el miedo, las muertes y la incertidumbre. En voz del protagonista, uno de los afortunados que consiguieron seguir con vida hasta la llegada de los retrovirales, la dramaturgia funciona como un homenaje a ese tiempo, a los caídos, es un llamado a reafirmar vida, y un importante recordatorio para no olvidar la historia, que no hace más de 40 años el VIH no era una condición crónica, sino una enfermedad mortal que diezmó a nuestra comunidad. A pesar de una traducción que reproduce anglicismos equivocadamente de manera literal, la dramaturgia de Holden se puede apreciar en toda su potencia.
“En esos días empezaron los funerales.”
El escenario se convierte en un antro ochentero donde las luces brillan en todo su esplendor al ser reflejadas por espejos estratégicamente posicionados por todo el teatro. A un costado del espacio, Miguel Urueta, vestido con un arnés de piel y una playera negra transparente, mezcla la música en vivo compuesta por John Patrick Elliot donde el timbrar de un teléfono o una notificación de Grindr son parte de la música. Michael se eleva en una tarima, se adentra en los sórdidos rincones de un sex club, columpio incluido, o se transforma en una drag queen ebria al convertir una cortina de tiras metálicas doradas en un decadente vestido que apenas le cuelga.
“A veces, cuando lo necesitamos, la autodestrucción es la cosa más natural del mundo.”
Visualmente, la dirección de Alonso Íñiguez captura la esencia de “Cruise” al transformar el Teatro Milán en este mundo de excesos londinense en que el protagonista conoció el sexo, el amor, la pérdida y el VIH. La presencia de un DJ en escena, en toda su estética queer leather, es tan sólo la punta del iceberg. La escenografía de Javier Ángeles, a partir de estructuras tubulares metálicas y una tarima que se eleva acentúan la gloria y decadencia en que Michael bailó hasta el amanecer y donde vio al amor de su vida perecer a manos del SIDA. Sin embargo, es la iluminación a cargo de Matías Gorlero la que deslumbra. El crescendo que maneja, comenzando con simples luces blancas para representar el call center a prender leds de colores neón a lo largo de las estructuras, pasando de un casi oscuro donde una luz roja oculta pasiones desbordadas, hasta culminar con refractar la luz en espejos por todo el espacio para darle vida a una discoteca donde los excesos son la regla, Gorlero convierte la luz en un personaje más, uno de vital relevancia para la puesta en escena.
“Aguja en el vinil y nunca miramos atrás.”
La conversación entre el voluntario en la línea de ayuda y Michael se representa con cambios de voz y postura para marcar la avanzada edad del segundo. Afectaciones que parten de la cadera convierten al narrador en una drag queen, modulaciones vocales lo vuelven un twink o un hombre moribundo en una sala de cine. Vestido en una playera blanca y una chaqueta de cuero, look que remite de inmediato a Freddy Mercury, Michael es un narrador que se entrega a su memoria, aunque su voz pueda ser ahogada por la música.
“Existes por derecho propio.”
Alejandro Speitzer, hombre declarado abiertamente como heterosexual, es el encargado de darle vida a “Cruise”. Más allá de las implicaciones y cuestionamientos que se puedan levantar en torno a la decisión de que esta obra no sea interpretada por una voz perteneciente a la comunidad LGBTIQA+, se debe apreciar la manera en que el actor se entrega a la puesta en escena con todos los recursos actorales que tiene a su alcance. De la mano de la dirección de Íñiguez, Speitzer busca dar vida a Michael, y todos los demás personajes secundarios. El resultado no alcanza a ser contundente, pero el trabajo es real y honesto, algo que se respeta de la misma manera en que el actor cuenta nuestra historia.
“No puedes vivir la vida con el bolsillo lleno de vidrio.”
Los muertos fueron muchos, no sólo en Soho, no sólo en Londres, en todo el mundo. Durante los noventa conviví con muchas personas con VIH, no todas siguen en este plano existencial, a todas las recuerdo y honro cada día viviendo mi vida al máximo. Los muertos fueron muchos, pero más son los que siguen aquí, reafirmando que están vivos, que siguen bailando y gritando a todo pulmón el mantra de Gloria Gaynor: I WILL SURVIVE!

DATOS GENERALES
(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: Cruise
DRAMATURGIA: Jack Holden
ADAPTACIÓN Y DIRECCIÓN: Alonso Íñiguez
ELENCO: Alejandro Speitzer
DJ EN ESCENA: Miguel Urueta
DÓNDE: Teatro Milán
DIRECCIÓN: Lucerna 64 esquina con Milán, Colonia Juárez.
CUÁNDO: Viernes 19:00 y 21:00, Sábado 18:00 y 20:00, domingo 17:00 y 19:00 horas. Hasta el 28 de diciembre 2025.
COSTO: $1500, $1200 y $1000. Boletos en taquilla y Boletos: Cruise, México | dom, 23 de nov de 2025, 7:00 p.m. | Ticketmaster MX
DURACIÓN: 120 minutos sin intermedio.
DATOS DEL TEATRO: Cuenta con valet parking.




