PEQUEÑAS INFIDELIDADES

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Para quienes se quieren enterar de todos los secretos que se pueden guardar por más de 20 años.

PEQUEÑAS INFIDELIDADES

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (RiAlCastillo)

“Te sorprenderías de todas las cosas que me acuerdo.”

Tras veinte años de no verse, el reencuentro fortuito en un departamento vacío parecía la ocasión perfecta para recordar los viejos tiempos y ponerse al corriente. Sin embargo, con algunos whiskies encima y uno que otro reclamo del pasado se empezaron a enturbiar las aguas al mismo tiempo que la temperatura del lugar incrementaba. Secretos revelados, traiciones por doquier y un macabro plan a punto de llevarse a cabo dejarán en claro que los viejos vicios nunca se olvidan, mucho menos los rencores.

“Cuando una historia no se cierra no existe el pasado.”

Alejandro y Emma, un matrimonio que se separó hace más de 20 años, se encuentran de manera aparentemente casual y comienza un peligroso recorrido en busca de las razones del por qué la pareja terminó. Este es el punto de partida sobre el que el dramaturgo argentino Mario DIament basa “Pequeñas Infidelidas”, una obra con aspiraciones a ser una especie de thriller erótico, pero que realmente se revela como un melodrama de pareja plagado de muy morbosas revelaciones y un sorpresivo giro de tuerca final.





“Todos somos un poco hipócritas.”

Una examante que terminó siendo la futura nueva exesposa, un mejor amigo que se revela como un verdadero Judas, un viaje a Europa que desencadenó una serie de traiciones y un acto imperdonable cometido en Avándaro. A nivel dramatúrgico, “Pequeñas Infidelidades” carece de un verdadero sentido de urgencia, conflicto aparente o progresión dramática. No obstante, la anécdota que desarrolla Diament es tan jugosa que uno no puede evitar el quedar atrapados en las redes de un chisme que incluso se puede convertir en un terrible espejo donde se pudieran reflejar las vivencias de pareja que cada uno ha vivido a lo largo de su vida. De tal manera, la obra resulta deliciosa en la manera en que el espectador se ve involucrado a nivel casi personal también gracias a la creación de sus personajes, Emma y Alejandro, ambos profundamente fallidos en sus defectos, ambos fascinantes en la manera en que pudieran ser cualquier persona que conocemos.

“En cuestión de sentimientos no hay una sola verdad.”

Al inicio de la tercera llamada, el escenario se encuentra con unas persianas corridas casi hasta el piso a manera de telón. En el espacio libre que queda por debajo se vislumbran unos tacones altos rojos que caminan con un dejo visible de sensualidad. Pareciera que una película en blanco y negro de cine noir está a punto de comenzar. Sin lugar a dudas uno de los más grandes aciertos que tiene la dirección de Víctor Carpinteiro en “Pequeñas Infidelidades” radica en la estética que crea, tanto en escenografía como en iluminación y vestuario. Es así que una escena de fuerte carga erótica es desarrollada de manera bastante evidente, pero perfectamente de buen gusto y protegiendo a sus actores para que luzcan en el montaje al mismo tiempo que son libres para desfogarse. A esto se suma un ritmo vertiginoso donde los diálogos se sueltan como si fueran ráfagas de metralleta, un claro reflejo de la fuerte carga emocional que existe entre los dos personajes. El texto de origen es interesante, eso es cierto, pero también lleno de huecos a nivel estructural, hecho que Carpinteiro llena con recursos escénicos bien aplicados en un montaje que se agradece al simplemente querer contarnos una buena historia sin grandes aspavientos o complicaciones más allá de las necesarias.





“Hay personas que prefieren ser engañadas.”

Con rabia en la mirada y con cada movimiento calculado, Emma va soltando pregunta tras pregunta sobre el muy cínico Alejandro quien contesta sin empacho sobre diferentes engaños cometidos, mentiras contadas o simplemente negando lo que es evidente y obvio. Ella, sonríe a momentos, más como una reacción de incredulidad que de felicidad, mientras que quien fuera su marido le confiesa cuán canalla ha sido. Cuando se trata de cambiar los roles, y es Emma quien toma el control de las revelaciones, su semblante cambia mientras se deleita en ver la reacción de su exmarido cuando se entera que ella no fue exactamente una blanca paloma. Uno de los puntos más fuertes en “Pequeñas Infidelidades” radica en la estupenda química y comunicación que existe entre Ángeles Marín y Luis Cárdenas White, quienes, a pesar de aplicar contrastantes técnicas de actuación entre sí, consiguen que los diálogos corran libremente, recibiéndose en las butacas con toda su fuerza. A pesar de que Cárdenas presenta una interpretación casi paródica de lo que es un hombre con demasiadas copas encima y que Marín a momentos recurre a técnicas actorales más basadas en la forma que en el fondo, el resultado es por demás positivo, razón por la cual los asistentes ofrecen una gran ovación al final de la obra.

“A veces la sinceridad puede ser demasiado brutal.”

Uno de los elementos importantes a la hora de realizar una crítica radica en el poder apreciar las reacciones del público durante el montaje. Mientras que la puesta en escena transcurría, alrededor mío podía escuchar toda una serie de comentarios, expresiones de sorpresa o de shock, risas nerviosas y hasta un ligero grito de ofensa mientras que los personajes revelaban sus muy disfuncionales personalidades. Para mí eso es prueba contundente del buen funcionamiento de una obra, es testimonio de un espectador satisfecho que seguramente volverá al teatro en búsqueda de nuevas historias. “Pequeñas Infidelidades” no busca reinventar el teatro, tampoco intenta explorar nuevos lenguajes escénicos. Lo que hace, y lo hace muy bien, es contar una historia y, a veces, eso es todo lo que se necesita para que la gente aplauda con todas sus fuerzas.

 

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)

OBRA: “Pequeñas Infidelidades”

DRAMATURGIA: Mario Diament

DIRECCIÓN: Víctor Carpinteiro

ACTUA: Ángeles Marín y Luis Cardenas White.

DÓNDE: Sala B de La Teatrería.
DIRECCIÓN: Tabasco 152, Colonia Roma.

CUÁNDO: Martes 21:00 hrs. hasta el 28 de Agosto. Domingo 19:00 hrs. del 9 al 30 de Septiembre.

COSTO: $300. Boletos en taquilla y www.lateatreria.com

DURACIÓN: 70 minutos sin intermedio.

DATOS DEL TEATRO: No cuenta con estacionamiento o valet parking.

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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