MALENA O LA FEMENEIDAD

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Para quienes quieren atestiguar la divertidísima caída de la reina del Rosa Venus.

MALENA O LA FEMENEIDAD

Por Juan Carlos Araujo

Fotografías: Ricardo Castillo Cuevas (@RiAlCastillo)
 
“Día 1: Malena tenía treinta años cuando perdió todo.”
 
Malena no tenía una vida perfecta, lejos de ello, pero estaba contenta en su rutina, en su cómodo matrimonio con un bueno para nada, en su estatus de clase media baja y en su trabajo como vendedora de jabones y shampoocitos para hoteles de paso. Cuando la vida decidió darle una buena sacudida, con toda una serie de recaditos en la cabeza, el hecho fue de tal magnitud que todo se colapsó, dejándola sola, en la calle, su único refugio un grupo de alcohólicos anónimos perdedores y el sabor de pizza hawaiana en la boca. Pobrecita de Malena, por más que trata, no puede evitar cagarle al mundo entero y más allá. Tal vez hay una lección en todo esto, Malena no la aprenderá.
 
“Te dejo porque me cagas.”
 
El arte de hacer reír a partir de una situación que no tiene nada de graciosa, la habilidad para reflejar los vicios humanos en un espejo que distorsiona la realidad hasta el punto de caricaturizarla y la capacidad de provocar la carcajada constante en el público cuando realmente debería sentir conmiseración o lástima son características propias de la farsa, todas ellas presentes en “Malena o la Femeneidad” escrita por el más reciente ganador del Premio Nacional de Dramaturgia Juan Ruiz de Alarcón, Luis Enrique Gutiérrez Ortíz Monasterio, mejor conocido como L.E.G.O.M.
 
“Usted no está renunciando, yo la estoy corriendo.”
 
Para que una farsa funcione, el autor debe de llevar la situación propuesta hasta sus últimas consecuencias. En “Malena o la Femeneidad”, L.E.G.O.M. verdaderamente se engolosina en su crueldad hacia el personaje titular al verdaderamente despojarla de absolutamente todo: marido, trabajo, casa, coche y hasta de su propia madre, víctima de un incendio, para crear una exquisita denuncia en contra de la intolerancia y el conformismo. Con cada nueva desgracia que cae sobre Malena, los asistentes estallan en carcajadas debido a la frescura de los diálogos, el ingenio con que se desarrollan las múltiples situaciones a las que se enfrenta esta miserable mujer, desde una pelea con todos los empleados de su antiguo trabajo hasta un encuentro directo con Dios, y la inverosimilitud con que todo se va saliendo de control, culminando en un encuentro sexual hilarante con el más fértil de todos los perdedores. Un viaje desquiciado y horrendo, que no tiene nada de chistoso, y del cual es imposible no llorar de la risa gracias a que L.E.G.O.M. sabe perfectamente cómo manipular al asistente, para llevarlo en un viaje que cuando termine, no podrá dejar de sentir un profundo repudio por esta mujer que los ha doblado de la risa en su asiento.
 
“No sé qué tienen estos pendejos con los pos-tis.”
 
La dirección que Sixto Castro Santillán- ganador del Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo 2014- imprime a “Malena o la Femeneidad” es idónea para el texto de L.E.G.O.M., ya que pareciera no tomarse en serio, hecho que consigue fortalecer la farsa y aumentar la comicidad de la obra.  Con tan sólo una mesa, unas cuantas sillas, tres pistolas de burbujas, un patín del diablo y un trazo escénico que produce la sensación de estar presenciando un caos muy bien organizado, Castro Santillán consigue que la comicidad dentro de la desgracia de Malena sea aún más patética y divertida, cada uno de los personajes sean mucho más ridículos y el mensaje final de denuncia en la obra sea mejor recibido por los asistentes con un estruendoso aplauso. La estética en rosa mexicano de todo el montaje, una coreografía con miembros de alcohólicos anónimos, la omnipresencia de post-its y una escena de sexo que lejos de ser erótica es verdaderamente hilarante, son tan sólo algunos de los ejemplos que hacen de la dirección de Sixto un gran logro teatral.
 
“¿Qué putas madres le pasó a la vida?”
 
“Malena o la Femeneidad” requiere de una actriz que sea capaz de ganarse el corazón del público al mismo tiempo que es, en palabras de todos los demás personajes de la obra, cagante. Yannin Heredia consigue esta dualidad con muy buenos resultados, siendo chocante y vulnerable, cómica y patética, sensual y ridícula, al mismo tiempo. Con la misma facilidad con que se desgreña a una recepcionista en una empresa de jabones, Heredia logra convencer al público del deseo de Malena por mejorar, su hambre por comida o por el afecto de algún hombre, o deleita con un simpatiquísimo número musical. Compartiendo el escenario, Alan Uribe Villaruel demuestra un impresionante talento para metamorfosearse en segundos en el inútil marido de Malena, el dependiente gay de un hotel de mala muerte, la insatisfecha esposa de un gerente de pizzería o en toda una plétora de personajes que resultan deliciosos para el espectador. Completando el elenco, José Pescina y Cecilia Zolev, quienes alternan funciones con Fabiola Mata y Oscar Serrano Cotán, también tienen oportunidad de arrancarle carcajadas al público, al conseguir el exacto tono de farsa que requiere la obra para ser verdaderamente efectiva.
 
“Hoy la vida me quiere un poquito más.”
 

L.E.G.O.M. demuestra una vez más con “Malena o la Femeneidad” las razones por las cuales es considerado uno de los mejores dramaturgos mexicanos contemporáneos. La ácida crítica que realiza a una sociedad llena de Malenas, personas con histeria por agradar, que optan por la estabilidad o la comodidad sobre la felicidad, que son ciegas a sus propios defectos de carácter es un recorrido que resulta exquisito y amargo de recorrer, que obliga al espectador, una vez que logra dejar de reír, a reflexionar sobre hasta qué punto reside este desagradable ser en cada uno de ellos. En la medida en que seamos capaces de aceptar que todos tenemos un poco, o un mucho, de Malena en nuestro interior, entonces seremos libres de aceptar a los demás, ya que ellos nos aceptan sin importar que tan cagantes seamos.

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DATOS GENERALES

(Toda la información contenida a continuación proviene de la producción)
OBRA: “Malena o la Femeneidad”
DRAMATURGIA: Luis Enrique Gutiérrez Ortíz Monasterio L.E.G.O.M.
DIRECCIÓN: Sixto Castro Santillán
ACTÚAN: Yannin Heredia, Fabiola Mata, Oscar Serrano Cotán, Alan Uribe Villarruel, José Pescina y Cecilia Zolev (alternan funciones).
DÓNDE: Teatro La Capilla
DIRECCIÓN: Madrid 13, Colonia Del Carmen Coyoacán.
CUÁNDO: Viernes 20:30 hrs.
COSTO: $150 entrada general, aplican descuentos.
DURACIÓN: 60 minutos sin intermedio.
DATOS DE LOS TEATROS: La Capilla tiene una extensa cartelera toda la semana. Les recomiendo revisar las demás opciones que ofrece. No cuenta con valet parking o estacionamiento.

 

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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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