DESDE LA TERCERA CUERDA

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DESDE LA TERCERA CUERDA

Por Juan Carlos Araujo (@jcaraujob)
Fotografías: Cortesía de la MNT
 

 La vida es una lucha constante. Ya sea meramente tratando de llegar a tiempo a una cita, durante una entrevista para un trabajo que ni siquiera se desea realmente o para juntar el valor para dirigirle la palabra a la chica del puesto que vende jugos, se tiene que pelear sin importar si se es rudo o técnico. Sin embargo, la lucha más grande, y que muy pocas veces se gana, es aquella que inspiró a Calderón de la Barca y que no siempre se gana.

José, un mensajero apocado y de estómago delicado, alguna vez tuvo el atrevimiento de soñar con ser el Pepe Guerrero, con oír su nombre ovacionado desde las gradas, con llevar una máscara de lucha libre que le confiriera poder y respeto ante los demás. La realidad se ha encargado de que efectivamente porte una máscara, una en la que aparenta estar satisfecho con su vida. Bajo la línea curatorial de Cuerpo y Heteronomía, la compañía teatral Senzanome originaria de la ciudad de Tijuana realiza un paralelismo entre la lucha libre y la persecución de nuestros sueños con la obra “Desde la Tercera Cuerda” de Misha Herrera.

Salvo por una sobre-extensión justo en el punto final de la obra donde se enfatiza innecesariamente la ya establecida con anterioridad tesis de la historia, “Desde la Tercera Cuerda” es un sólido trabajo de dramaturgia tanto en la construcción de sus personajes como en la entrega del desgarrador mensaje que desea transmitir. ¿Qué es lo que determina llegar o no llegar? ¿Por qué duele el corazón? ¿En qué momento se nos olvida que los sueños, sueños son? ¿Cuál de tus sueños es parte de tu destino? Cada una de las preguntas que Misha Herrera lanza al ring en voz de Pepe, en la manera en que entrecruza las palabras de La Vida es Sueño de Calderón de la Barca con una discusión sobre la calidad del queso amarillo que se le pone a una torta de tres quesos o el por qué José sólo toma agua de horchata, al presentar ligeros giros de tuerca que obligan a cuestionar la ficcionalidad o realidad del personaje principal, esta conmovedora historia invita a una reflexión muy personal sobre donde nos encontramos cada uno de nosotros en relación a lo que alguna vez visualizamos que seríamos.




Con únicamente cuatro sillas, una iluminación que encuadra el escenario como un ring de lucha libre, un puñado de elementos de vestuario y una precisa musicalización de la puesta en escena que incluye canciones de rap, Los luchadores de la Sonora Santanera y La del moño colorado de Los Reyes de la Cumbia, la dirección de Edén Villavicencio es sencilla y efectiva, solvente en todos los aspectos, sin ser francamente innovadora o propositiva. Sin embargo, hay un elemento claramente digno de resaltar dentro del montaje y es la manera natural, casi visceral, en que los espectadores se entregan a la propuesta casi de inmediato, aplaudiendo, chiflando y vitoreando a Pepe Guerrero, transformándose inadvertidamente en el público ideal que soñó el bien intencionado mensajero.

Cuando por fin Pepe junta el valor para hablarle directamente a esa chica que vende fruta y jugos y que tanto le gusta, sus manos no pueden evitar tomar el filo de su camiseta para juguetear con ella en franco nerviosismo. Esteban Hacegaba encarna al protagonista de “Desde la Tercera Cuerda” con ciertos chispazos de vulnerabilidad y verdad, como en la escena antes descrita, pero con resultados en general que distan mucho de provenir desde un lugar de fractura y dolor, favoreciendo la imitación de las emociones. Las dos veces que el actor habla de los elementos por los que un corazón podría llegar de doler deberían de ser dichas con sentimientos absolutamente diferentes, pero ambos completamente sinceros. Lamentablemente, esas palabras simplemente son dichas desde la garganta y sin mucho trabajo interno de por medio.

Por su parte el trabajo que realizan las actrices Estrella Gómez y Alexha Ochoa consigue arrancar carcajadas y robustecer la escena con actuaciones precisas para el tipo de personaje que interpretan. De tal manera, Gómez resulta encantadora como una vendedora de tortas sin miedo a echarle bronca al que viene manejando un camión y Ochoa le imprime mucha mayor profundidad a una chica que tiene una clara preferencia por los rudos que por técnicos. El elenco lo completa Kostia Hernández como el entrenador de Pepe Guerrero, siendo solvente en su trabajo.

Resulta interesante que la Muestra Nacional de Teatro tenga dos obras que toquen prácticamente el mismo tema desde trincheras casi idénticas. “Desde la Tercera Cuerda” desde la lucha libre y “Bare-Knuckle” en el ámbito del box hablan de los sueños no cumplidos, de las ambiciones imposibles de alcanzar, de la muerte y de la miseria con la esperanza de alguna vez alcanzar la fama y la fortuna adentro de un ring.

Presentada en la Caja Negra MNT en la ciudad de León, Guanajuato dentro de las actividades de la 38 Muestra Nacional de Teatro “Desde la Tercera Cuerda” es un espejo donde cada espectador es invitado a verse a la cara y, con absoluta honestidad, preguntarse si está cumpliendo sus sueños o sus sueños, sueños son y nada más.




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Licenciado en Literatura Dramática y Teatro con experiencia de más de veinte años en crítica teatral. Miembro de la Muestra Crítica de la Muestra Nacional de Teatro y Miembro de la Agrupación de Críticos y Periodistas de México.

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